Este 17 de marzo no fue la excepción. Llegué del lab de orgánica, agarré mi única prenda que tiene verde (si, tengo un vestidito verde hermoso, pero ni loca me lo ponía, más que nada porque está en Saint Joseph). Vaquero, remera, algo de plata...
Al ritmo totalmente irlandés (?) de "La Yapa", luego de un bottoms-up de pisco, salimos con mi hermano rumbo a ciudad vieja. Me olvidé de las llaves pero él llevo las suyas.
Mientras caminabamos comentábamos "qué bueno que no llueve, como el año pasado". Para qué. Saint Peter, celoso él, largó el moco y nos ensopamos (si, que metáfora más agraciada). Esperamos que parara, y mientras lloviznaba nos acercamos hasta los 30 metros de mayor densidad de gente vestida de verde.
Poco después de nuestro arribo, llegó el encantador, el único, el incomparable, el blogger, Martín. Luego de los saludos y buenos deseos de turno (deseos que en el caso de Martín involucran a cierta porrista morocha de piernas eternas), nos quedamos conversando un rato más.
Tengo una estricta teoría de easy-come-easy-go respecto al dinero. Si es fruto del trabajo, se guarda, si se encontró, se obtuvo de manera fraudulenta o preocupantemente fácil, se gasta in situ. Me quedé con una moneda de $10 que obtuve de mi hermano, como regalía por tener que ir a buscar la cerveza, cuando soy una señorita y se me pueden partir las uñas (?). Por ahí pasaba un hambriento pintor, buscando plasmar su arte en lienzos vivos (pah, me inspiré), así que le hice una oferta que pudo rechazar, pero lo dejó descolocado. ¿Qué me hacés por un carpincho? (moneda nueva de $2) generó una interesante conversación, que involucró la expresión "y los jipis de quinto artístico". Long story short, el pelirrojo Collock estampó un trébol en mi mejilla izquierda.
Uno de los highlights de la noche fue atravesar la masa compacta de gente y cerveza (alejandose lo suficiente, son prácticamente indistinguibles). Sonrisa, sonrisa, saludo, saludo. Felizanpatricioooo. Así, al grito practicamente guerrero de WOOO-HOOO, conseguimos llegar al otro lado.
Admito que una de las mejores recepciones que he tenido sucedió esa noche. Desde arriba de una mesa, cantando "ha llegado Molly, oh que alegría, madre que has tenido la alegría de procrear con éxito" (*) me esperaban Tute y cía. Por supuesto que me sumé a los alegres cánticos etílicos, y de paso aproveché a saludar.
Los cánticos seguían, aumentando en generalidad, hasta llegar a "estadísticamente hay un homosexual o una persona que comercia con su cuerpo, oh que alegría, madre que has tenido la alegría de procrear con éxito" (*)
Hay cosas que sólo suceden una vez en el año. Una de ellas es el gorro de Tute. Tiene algo mágico, un je ne sais qua casi irlandés, que en mi caso hace que los chicos se me acerquen en mandad... en grupo. Martín afirma que es mi status de minitaconnovio, pero yo quiero reconocer la magia del gorro de Tute. Por Dior, ¡¡es un gorro sin tapa!!
Primero tres tipos, con los que conversamos un rato y que sin prisa pero sin pausa se fueron para seguir adentrándose en la muchedumbre. Luego de semejante desplante, Martín se retiró (ahora no me importa, guacho, yeguo, me enteré que tu primera vez no fue conmigo).
De la nada aparecieron cuatro individuos de fing, que pasé a bautizar con sus nombres irlandeses (que de seguro olvidaron): Mickey Mac Catsup (por ser, supuestamente, el que hacía volar ketchup en el video I want you for agrimensura), Sean Shaggy (el buenaonda, habló lo justo, buenas preguntas), Shshh O'Eeastwood (o estaba embolado o se hacía el recio, pero todos sabemos que ser recio lo inventó Clint, y el muchacho parecía más bien alunado, así que no podía ser recio) y O'Keefe (hey, casi 2 am y quieren que se me ocurran 4 nombres irlandeses).
Una conversación con Mac Catsup hace recordar al alien que sale de adentro del Alien, es como que no termina una frase y sácate, ya te quiere encarar con una nueva. Respire muchacho, respire.
O'Keefe decidió encontrarme en feibur y lo hizo, pero no tiene mérito real porque no es algo difícil.
Decidimos cantar retirada (bajito) porque los riñones de mi hermano funcionan a la perfección y él tenía las llaves de casa (if you know what I mean), yo no estaba en su situación, porque me la re banco, y además, considerando la sumatoria de mi bebida tomé sólo 2 vasos de cerveza en toda la noche. Aplauso, medalla y beso, nos fuimos con nuestra música a otra parte.
Sepan disculpar el longanismo de este post, fue una noche agitada.
Cheers!!
(*) Bueno, la versión barrabrava de esa aseveración. ¡¡Esto es un blópg familiar!!