07 febrero 2010

Sueño de una noche de tablado

Así llegó, así pasó mi ultima (supongo) noche de tablado hasta marzo.

Como lo prometido es deuda, acompañé a tres amigos en su primera vez de tablado, pero en el velódromo codo a codo fuimos mucho más que cuatro. Eramos diez.
Cómodamente instalados en la pista, del lado derecho, disfrutamos de Momolandia, Asaltantes con Patente, La Margarita, La Cofradía, Sociedad Anónima, Agarrate Catalina y Queso Magro.

Comimos churros y Palitos de la Selva.
Nos reímos y conversamos.
Shhhsheamos y nos shhhshearon (del verbo shhhshear).

Con alegría -y cierto orgullo de Salidasdenochequeestenbuenasperononecesariamenteimpliquendescontrol Planner- puedo decir que pasamos muy bien.


Después del tablado, nos abastecimos en Rivera y Soca (esquina montevideana que todos deberían visitar) y terminamos la noche en la rambla, haciendo "cosas de jóvenes", como diría una persona que suele usar la expresión "cosas de jóvenes".


Papas fritas, galletitas, martini y besos.

2 comentarios:

  1. Primero: fue Momolandia, no Momosapiens... pero ta.... no es tran trascente...

    Pero lo que quería destacar es el detalle de hacer "cosas de jóvenes" luego de que la abuela se fuera a rezar el rosario antes de dormirse...

    Qué es eso de andarse besuqueando?? Por qué no invitan??!! (y no me retracto!)

    Abrazotes hermani!

    ResponderEliminar
  2. Cecilia: primero, mal yo, ya lo arreglé.
    Y lo de los besos, bueno, cosas de jóvenes... la próxima te invitamos.

    Un beso (¿ves? ahí ya hay uno).

    ResponderEliminar

Este blog se abastece gracias al Guionista de Dios, y tus comentarios.