Cuando llego, mi madre había provocado un pequeño tsunami de agua tónica dentro de su cartera. Control de daños realizado, nos dedicamos al deporte nacional, esperar.
Llegó el Borrego y le alegró el rato al saludar con una gran sonrisa a una señora desconocida que estaba delante de nosotros.
Luego de un rato de espera donde pensé que todos los de la EMAD se parecen. Cuando nos sentamos, tuve un ligerísimo dejà vu, al ver a Gonza y Nachito sentados ahí cerca.
No conocía el Teatro del Notariado, ni la "Ópera do Malandro".
No sabía qué esperar, así que me encontraba en el estado ideal para ver teatro. Se apagaron las luces y empezó la función.
Teniendo en cuenta que EMAD singifica Escuela Municipal de Arte Dramático, no me esperaba que cantaran, y alguna vez no le pegaron muy bien, pero no me importó en absoluto.
Disfruté particularmente de Victoria, aunque todos me encantaron.
Y ni que hablar que me sorprendió ver al Chino cantando (bueno, algo que no fuera 24 bofetadas).
Me reí muchísimo, a veces era la única que largaba la carajada; y no podía quedarme quieta, porque la música me daba ganas de bailar. Tengo ganas de verla de nuevo :D Altamente muy recomendable.
El premio a las personas más inoportunas del mundo se lo llevaron la persona que no puso su celular en silencio... y la persona que lo llamó exactamente a la mitad del último acto, cuando el malandro moría lentamente.
Como no podía ser de otra manera, salimos sonriendo y tarareando.
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