27 marzo 2009

Hermanos en la fe de Herman

Ayer me quejaba, pero hoy con orgullo puedo decirMe ha pasado más de una vez.


Como dos veces.


La que siempre me acuerdo es que mucho, mucho tiempo después de leer esta entrada,

iba en el 522 camino a casa, masticando mis pensamientos (y otras flores que había comido esa tarde) y de repente empiezo a reirme frenéticamente.
La gente del bus no entendía nada.

Pero no me importaba.

Había alcanzado la iluminación.

Y ahora tengo una remera que da fe. ¡¡YEY HERMAN!!

2 comentarios:

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