No voy nunca a la cancha, dos por tres miro un clásico (si son más de uno por mes me aburro, porque no soy fanática) y a veces me cuesta un poco entender ciertas reglas (aunque ahora ando aceitadísima).
Me gusta ver los partidos. Disfruto de los super-hiper-mega-recontra-zoom con extremamente alta definición: las cámaras están del otro lado de la cancha y en mi sofa, del otro lado del mundo, podemos opinar sobre los dientes de tal o cual jugador, además de si fue o no orsái. La imágenes en cámara lenta son el sumum de mi alegría, por alguna razón me encanta ver las jugadas así.
Entonces los dejo con el comentario vacío del día:
Qué suerte que tienen los alemanes.
(y algunos charrúas también)
Qué suerte que tienen los alemanes.
(y algunos charrúas también)
¡Achtung!...eine Kugel kam geflogen, da steht ein Lindenbaum...
Y yo les digo guau.
Y yo les digo guau.
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