Como mis fieles lectores sabrán, si bien una vez que la entiendo me gusta, no soy muy dada para la física (ahhh el doble sentido). Para muestra, tres botones: éste, éste y éste.
Bueno, ta, estoy nuevamente estudiando física, me duele la cabeza, me duele el útero (si, el útero, no es el revestimiento de los ovarios lo que se desprende), no cazo una; y para peor, mientras comía una mandarina que no estaba rica, tuve la linda idea de ponerme a leer la ficha de consentimiento informado de una operación que tengo en vista.
Soy de las personas que leen prospectos, y el consentimiento informado da mucho más miedo, porque los valores son más chiquitos: 1 en 100, 9 en 1.000...
Asustada es poco.
Estoy trepando por las paredes. Corriendo en círculos, agitando los brazos.
Viendo el lado bueno, capaz que por eso me duele la cabeza...
(Ningún mol de Litio fue lastimado al escribir este post, simplemente está loca y exagera.
En general anda muy bien, hoy finalmente se compró un cinturón nuevo que está buenísimo; pero escribe mejor sobre las cosas que andan mal, así que bueno, disfrutemos su fatalismo aplicado...)
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