Something's gonna change my world

Capaz que son los vapores del quitaesmalte. O el post que acabo de leer. O simplemente que crecí, literalmente de la noche a la mañana. Descarto la última.

Pero algo me hizo pensar en el cambio. Los cambios. Los de la vida, no los del auto. En el auto me encantan, aunque me costó aprender a entenderlos, quererlos y disfrutarlos. Igual que los de la vida.

¿Cómo podés decidir (pre-decir), con los datos dados, si el cambio será para bien o para mal? ¿Y si de algo malo surge algo bueno? ¿Y al revés?

Jai guru deva om, nothing's gonna change my world
La interpretación de la linea de Across de Universe es, cuando menos, curiosa.
Para hacerla corta, resulta que Los Escarabajos fueron a la India a finales de los 70 buscando la luz. Allí conocieron Maharishi Mahesh Yoghi (disculpen, me tomo un segundo para pensar en mi propio guía espiritual, el Swami Sali Maharishi Baba) y agradecieron sus enseñanzas con un "jai guru deva om", que significa algo así como "gracias maestro".
Pero después dicen "nada va a cambiar mi mundo", lo cual convierte a la aseveración anterior en un "gracias, pero no gracias, 'tamo bien como estamos".

El cambio no siempre es bueno, pero lo bueno del cambio es que cambia constantemente (si, ya sé, que es una tautología).
¿Decidiste besar al sapo y te quedaste con la casa llena de moscas? Simplemente te levantás y te vas. Dejalo al príncipe con su crema de peinar y mandate para el bosque. El primer paso es el más difícil, pero seguro que los hermanos Grimm te esperan con alguna bruja, y todos juntos pueden tomar unos mates.

Después de todo, all you need is love! Cerrar los ojos y saltar. Un salto cuántico quizás.

Nunca se sabe. Ahí mismo radica el miedo, la emoción y las infintas posibilidades. Para bien, para mal y para más o menos. Desafiar el pasado, revisar lo aprendido, no olvidar pero no quedarse en el tiempo.
Ya no le temo al cambio, si bien es algo que da miedo y no puedo controlar, me trajo a donde estoy hoy. Si alguien hace dos años me decía cómo iba a ser mi vida, yo le hubiera recomendado que le aflojara al orégano. Sin embargo, aprendí muchísimas cosas (piques, letras, palabras, canciones y más). Conocí gente increíble que ni siquiera sabe lo mucho que marcó mi vida. Me conocí a mí, eso ya es bastante ("este es el comienzo de una gran amistad").

Aprender (sobretodo de las cosas que no se enseñan) duele, y mucho. Pero que bueno está mirar donde estoy parada, ver para atrás lo que recorrí. Lo alta que estoy. Pero sobretodo, ver para los costados y encontrarme amigos, no de fierro, sino de carne y hueso. Tanto mejor. Porque saben lo que se siente y como me siento.
Ver lo fuertes que son los lazos que nos unen. Eso me anima a saltar. Sin mirar. Sin saber si el elástico cumple la ley de Hooke. Sin que me importe. Porque sé que están ahí. Que van a festejar si vuelo y que me esperan si me caigo, para ayudarme a volver.

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Definitivamente, eran los vapores del quitaesmalte.
Un delirio más.
Voy a buscar otro poquito.
Yooooo al fin conociiii al gran hermano Sanadrarprandanda.